A lo largo de los años, tras la pérdida de mis hermanos, la falta de confianza en mi misma, y mi culpabilidad por la muerte de mis padres, me fui dando cuenta de que aun habiéndome pasado aquello, tenía, tengo recuerdos preciosos. Fui feliz, no tanto como lo soy ahora, pero por mucho que compare, las emociones que viví esos años...son inigualables.
Los golpes se fueron haciendo más y más fuertes. Vi como Mike se levantaba del sofá y se disponía a bajar para abrir la puerta. Le grité que no lo hiciese y baje yo a todo correr.
Cuando abrí la puerta, dos personajes cayeron directos al suelo. Cogí a Louis antes de que se diese con la esquina de un escalón y cuando ya no podía con él, vi la figura de Mike bajar rápidamente a ayudarme. Mientras le poníamos en pie, vi que la otra persona que se había caído se estaba levantando entre risas, cuando levanto la mirada hacia mi, sonrió, y sin querer solté a Louis quien quedó bajo guardia de Mike.
-Como siempre - dijo intentando hablar bien -, te buscas a otro cuando no estoy yo.
Cerré la puerta, ignorando lo que me había dicho y le empuje para que subiese delante de mí. Inesperadamente me hizo caso, pero a mitad de las escaleras, se dio media vuelta y me echó su aliento alcoholizado, el cual evité esquivando su mirada.
-¿Qué pasa? - dijo sollozando - ¿Ya no me quieres? ¿Ya te has olvidado de todo lo que te quiero? ¿ De todo lo que haría por ti, y de lo que me pasaría si no estoy contigo?
-No llores - le dije intentando no llorar yo también -. No llores, porque sabes lo que significan tus lágrimas para mí. No llores...
Pero mis sollozos continuaron en el cuello de Harry, me abrazó, me abrazó tan fuerte que aún puedo sentir su calor. Él lloro en mi hombro, me alzó en brazos y se sentó en una de las escaleras, me apoyó en su regazo y aun en esa posición seguíamos abrazados. Le besé el cuello y me separé inmediatamente.
-¿Por qué me haces esto? ¿Por qué siempre vienes cuando sabes que no puedo hacer nada para darte un no? ¿Tengo cara de tonta? - dije todo lo seria que pude estar.
Pero él rompió a reír.
-Eres mi pequeña tonta. Eres todo lo que me queda para mantenerme en tierra. Los chicos...
-Los chicos son los que te mantienen en tierra, ese atributo no me pertenece. Yo solo soy... tonta.
Sus ojos se cruzaron con los míos, y su mano rozó mi mejilla, tan suave y dura como siempre, a la vez. Me acercó a él, entrelazando sus dedos con el pelo de la nuca y yo cedí.
No rompimos el beso hasta que oímos como Louis tenía arcadas y empezaba a vomitar. Me levanté de su regazo y fui corriendo a la cocina. Cogí un cubo lleno de agua y un trapo, se lo di a Harry, y entré yo primero al baño.
-¡Eh, chicos! - dijo Louis, quien tenía el rostro bastante pálido -. Seguid de cháchara yo estoy bien, mi amigo Mike me ayudará.
Me giré para hablar con Harry en un rincón, le cogí el cubo de la mano y le olí la ropa. Supe en el momento que había visto la cara de Louis que no solo se trataba de alcohol, pero Harry no olía a nada distinto, es más, ni si quiera olía a alcohol, solo cerveza. Lo único que desvelaba su embriaguez, era su aliento y su manera de andar...
-¿Dónde habéis estado? - le pregunté mientras le quitaba la chaqueta.
-En un pub, por aquí cerca... ¿Qué pasa?
-¿Qué habéis bebido? ¿Os han ofrecido algo? - le sacudí por los codos - Recuerda, Harry, por Dios.
-Tranquila, me acuerdo de todo. Entramos en el pub, y..
-Ha ingerido éxtasis.-nos interrumpió Mike - ¿Quien más lo ha visto? Louis tiene las pupilas muy dilatadas. ¿Dónde os la han dado?
-¿Que..? No, no - dijo Harry, mientras entraba al baño y hablaba con Louis.
Llamé a Eleanor sin pensarlo dos veces y a una ambulancia, la discreción tenía que ser nuestro primer aliado. Por ello, Mike salió a mirar si quedaba algún periodista. Cuando llego la ambulancia, todo estaba desierto, subimos a Louis casi inconsciente de lo que pasaba a su alrededor, y subió Mike con él. Harry estaba destrozado, no quería salir del baño y me quedé con él. Mandé un mensaje a El, dándole el número de Mike para que lo pudiese localizar.
Vi a Harry tumbado en el suelo, llorando, apoyando un brazo en la bañera y el otro arañando el suelo de madera, vi sus brazos, llenos de tatuajes, de marcas que componían su vida desde que lo hube conocido, vi sus ojos, que a lo largo de los años seguían mirándome de la misma forma... débil, tonta.
A la hora de la verdad, era con él con quien quería estar en esos momentos, había sido con él con quien había pasado varios años de angustia, en los que no se hubo separado de mi.
-No vas a conseguir una olla llena de oro escarbando el suelo, campeón.
Me miró y sonrió, levantó los brazos en señal de que me acercase a él.
-Yo... Yo no quería que esto acabase así, si le pasa algo... si le llega a pasar algo..
-Eh.. - le dije cogiéndole delicadamente por las mejillas -, ya paso, ¿vale? A él no le va pasar nada, estará bien. Seguramente si no hubieseis venido aquí y si no hubiese estado Mike, pues no lo hubiésemos sabido a tiempo, pero ya esta. ¿De acuerdo? Todos cometemos errores, ya esta.
Y siseando para él, colocando su cabeza sobre mi pecho y apoyándome en la bañera, me di cuenta realmente de que yo no era la "débil" de la pareja. Era una estabilidad que compartíamos los dos.
Nos necesitábamos para poder seguir adelante, nos necesitamos para poder continuar con nuestras vidas.
-Te amo tanto... - me dijo mientras me acariciaba las manos -, siento mucho todo el daño que te causo, me hace daño a mi mismo saber que todo lo que hago te lo hace a ti. No me puedo permitir fallarte otra vez, ninguna vez... Por favor, perdóname, perdóname por todo...
No supe que decirle, no supe como reaccionar, no supe, tampoco, como decirle que todo eso me daba igual, que sus errores era mis errores, que él era tan parte de mí, como yo de él. Lo único que hice fue besarle y levantarle del suelo.
Nos desvestimos cuidadosamente, entre besos y caricias, y nos metimos en la bañera. Y mientras esperábamos dentro a que ésta se llenara, nuestros besos, que buscaban mas que solo caricias, retomaron pasiones guardadas, esos besos que nunca nos dimos y que nos merecíamos tanto. Sus manos recorrían mi cuerpo desnudo, y las mías no podían separarse de su pecho, de su espalda. Eran tan familiares, tan conocidos... Sin darnos cuenta nos hundimos en el agua y nos sentimos profundamente. No tuvimos en cuenta la falta de oxígeno, nos daba igual. Solo éramos él y yo.
*Queridos lectores, falta un parte más. Todavía tenemos que saber que es lo que pasa con Louis* :)
Simplemente sin palabras.
ResponderEliminarCuando va estar el siguiente capi
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