Durante todo el tiempo que estuvimos mirándonos, no pude evitar que mis lágrimas cayeran por mis pómulos, entendí con ello que me iba a dar la razón, que ya no quería nada, que ambos habíamos cometido errores, errores graves, y que si el hecho de ser una pareja no nos permitía borrarlo, tendríamos que separarnos. A parte de ello, también una parte egoísta de mi quiso que hablara de una vez, porque quería ir en busca de mis hermanos, aunque sabía que eso me iba a llevar tiempo, solo sostuve su mirada con la mía, derramando lágrimas, dando a entender cosas que realmente no pasarían.
Ahora, despierto de mi pasado, me miro al espejo y veo que el tiempo ha pasado, que ya han pasado diez años y estoy esperando a que una mano imaginaria, la de mi padre, me lleve al altar. El vestido que me eligió Reneé es precioso, nunca he dudado de su gusto en cuanto a ropa. Recordar todo aquello me ha hecho sonreír, sonreír por ver que lo que fueron 7 meses del principio de mi historia, a mi se me hicieron años, que conocerlos no ha sido para nada un error, pero ahora cada uno está donde debe estar. Creo que queda una hora para que la puerta se abra y salga con este precioso vestido blanco, me da tiempo a rememorar todo lo que siguió con la historia.
-¿Entonces que hay que hacer? Porque yo no lo se - dije mientras me levantaba del sofá.
-Olvidar, olvidar todo lo malo que ha pasado, que es poco, pero cargado al mismo tiempo.
-¿Olvidar? Incluso... incluso - puse mi mano en mi vientre, y aunque la ropa tapaba mi cicatriz, la sentía.
Al momento se levantó, y puso su mano sobre la mía, sobre mi vientre.
-No, no, no te equivoques, esto no fue algo malo, no algo malo que tengamos que olvidar, esto nos ha hecho madurar, madurar de una manera mas protectora. - se fue acercando mas a mi, sentí su aliento en mi nariz -Te quiero igual, te amo igual e incluso más desde que supe que tuviste algo mío, algo nuestro dentro de ti.
No puedo calcular cuantos besos tiernos nos habíamos dado pero el que me dio en ese momento fue instantáneo, suave, delicado, no sabía explicarlo.
-Amor - me dijo mientras los pocos centímetros se hacían entre los dos -, ¿tus hermanos siguen durmiendo?
La fuerza con la que me aparte de él, fue incluso asqueada, no era mi intención, sencillamente el recuerdo me movía la cabeza, quería encontrarlos, y el sentirme a gusto sin ellos, me hizo sentir despreciable.
-No están - dije tocándome el bolsillo para sentir el trozo de cartulina de Bill -, mi... mi tía se los ha llevado, no están.
-¿Y cuando vuelven?
-No vuelven hasta que no los encuentre, Harry, se los ha llevado y no se donde están, no me ha dicho donde están..
Sus cálidos brazos abrigaron mi cuerpo, sus dedos limpiaron mis lágrimas y odié otra vez la sensación cómoda que tenía con él, y no con ellos.
-Te voy a ayudar, pero antes hay que ir al apar...
-Sí, joder, es cierto, Eleanor me dijo que quería que vaya hoy, bueno ayer, ¿que hora es?
-Según tu reloj son las seis de la mañana, podemos ir, tengo las llaves.
En la única mochila que tenía metí una carpeta donde abrevié los papeles de la custodia, de la herencia de mis padres y la arrugada carta de mi tía. El trozo de cartulina me lo guardé para mi. Mandé un mensaje a Mike diciéndole donde iba a estar y me respondió a los dos minutos con un 'Llámame cuando estés en tu casa'.
-¿Y si piensan ellos también que soy una cualquiera? No puedo ir Harry, me van a echar en cara cosas que ya sé, y no puedo perder más tiempo.
- ¿Una cualquiera? No tienen razones, no saben tu versión, solo saben la mía y era porque estaba enfadado, a parte también tiene que participar Louis, y...
-Espera, ¿él tiene que ver con que tengas los nudillos así?
-Bueno, en parte pero..
-¡No me lo puedo creer! - dije mientras andábamos por un parque - ¿Le has pegado?
Estaba todavía oscuro, por lo que no había gente por la calle.
-¡No! A él no... Eva, fue la rabia, pero ante todo él es mi amigo, y todavía no he hablado con él de lo que ha pasado así que la rabia se la llevo unos trozos de mármol y cemento.
-¿Y donde está Louis?
-No se como tomarme esa pregunta, pero vale, estará llegando también, con Niall.
-No seas así, por favor, no se cuantas veces te voy a tener que pedir perdón.
-Ninguna, ¿de que estábamos hablando?
Su sonrisa me pudo y dejamos de hablar de ese tema, reíamos como si nada de lo anterior hubiera pasado, nos acariciábamos como si fuéramos una pareja perfecta, sin ningún error, cuando todo era lo contrario. Pero ¿que es lo que hace a una pareja perfecta? ¿no es cometer errores juntos y apoyarse? Pues quizá sí, sí que fuimos una pareja perfecta.
-¿Es...es es lo que quieres? - preguntó - ¿Me quieres dejar?
Nuestras manos dejaron de estar juntas, la separó poco a poco, pero yo sentí como si la quitase en un instante, como si sintiera asco al estar cerca de mí.
-¡Respóndeme!
Sentí recelo en su voz, quería salir de ahí, e irme a algún lugar donde de verdad podría sentirme sola porque era así como estaba, sola.
-Eva... Por favor, dime algo - bajó el tono de su voz, y se fue acercando a mi.
-No lo quiero yo, pero lo merezco, soy... soy una cualquiera.
Me costó decir lo último, ya que en ese momento afrontar tal verdad era casi imposible, pero lo hice.
-Y yo soy un imbécil, un idiota, un...
-Tu eres lo mejor de mi vida, eres, eras, serás... Eso no va cambiar, yo te quiero, y no me arrepiento de nada de lo que he hecho contigo, pero... no va ser fácil perdonarme, no te merezco.
-Si nos ponemos a unir las piezas, yo tampoco te merezco Eva, sea como sea yo también te he mentido, fui yo quien te dejo sola cuando más me necesitabas, fui... soy yo quien desconfía de ti.
Levanté la cabeza, y mi vista empezó a perderse en esa frase, 'soy yo quién desconfía de ti' vi letras, tildes, puntos que se unían para formarla, la imagine como si me la estuvieran tatuando, imagine el dolor que sería que me la grabaran con hierro caliente en el cuerpo, sentí pánico al notar que solo salían esas palabras de mi boca, y más miedo cuando visualicé a mis hermanos diciendo todos y cada uno de los errores que había cometido, viendo segundo a segundo el accidente de mis padres, escuchando sus últimas palabras para mí, 'soy yo quién desconfía en ti'.
Ahora, despierto de mi pasado, me miro al espejo y veo que el tiempo ha pasado, que ya han pasado diez años y estoy esperando a que una mano imaginaria, la de mi padre, me lleve al altar. El vestido que me eligió Reneé es precioso, nunca he dudado de su gusto en cuanto a ropa. Recordar todo aquello me ha hecho sonreír, sonreír por ver que lo que fueron 7 meses del principio de mi historia, a mi se me hicieron años, que conocerlos no ha sido para nada un error, pero ahora cada uno está donde debe estar. Creo que queda una hora para que la puerta se abra y salga con este precioso vestido blanco, me da tiempo a rememorar todo lo que siguió con la historia.
-¿Entonces que hay que hacer? Porque yo no lo se - dije mientras me levantaba del sofá.
-Olvidar, olvidar todo lo malo que ha pasado, que es poco, pero cargado al mismo tiempo.
-¿Olvidar? Incluso... incluso - puse mi mano en mi vientre, y aunque la ropa tapaba mi cicatriz, la sentía.
Al momento se levantó, y puso su mano sobre la mía, sobre mi vientre.
-No, no, no te equivoques, esto no fue algo malo, no algo malo que tengamos que olvidar, esto nos ha hecho madurar, madurar de una manera mas protectora. - se fue acercando mas a mi, sentí su aliento en mi nariz -Te quiero igual, te amo igual e incluso más desde que supe que tuviste algo mío, algo nuestro dentro de ti.
No puedo calcular cuantos besos tiernos nos habíamos dado pero el que me dio en ese momento fue instantáneo, suave, delicado, no sabía explicarlo.
-Amor - me dijo mientras los pocos centímetros se hacían entre los dos -, ¿tus hermanos siguen durmiendo?
La fuerza con la que me aparte de él, fue incluso asqueada, no era mi intención, sencillamente el recuerdo me movía la cabeza, quería encontrarlos, y el sentirme a gusto sin ellos, me hizo sentir despreciable.
-No están - dije tocándome el bolsillo para sentir el trozo de cartulina de Bill -, mi... mi tía se los ha llevado, no están.
-¿Y cuando vuelven?
-No vuelven hasta que no los encuentre, Harry, se los ha llevado y no se donde están, no me ha dicho donde están..
Sus cálidos brazos abrigaron mi cuerpo, sus dedos limpiaron mis lágrimas y odié otra vez la sensación cómoda que tenía con él, y no con ellos.
-Te voy a ayudar, pero antes hay que ir al apar...
-Sí, joder, es cierto, Eleanor me dijo que quería que vaya hoy, bueno ayer, ¿que hora es?
-Según tu reloj son las seis de la mañana, podemos ir, tengo las llaves.
En la única mochila que tenía metí una carpeta donde abrevié los papeles de la custodia, de la herencia de mis padres y la arrugada carta de mi tía. El trozo de cartulina me lo guardé para mi. Mandé un mensaje a Mike diciéndole donde iba a estar y me respondió a los dos minutos con un 'Llámame cuando estés en tu casa'.
-¿Y si piensan ellos también que soy una cualquiera? No puedo ir Harry, me van a echar en cara cosas que ya sé, y no puedo perder más tiempo.
- ¿Una cualquiera? No tienen razones, no saben tu versión, solo saben la mía y era porque estaba enfadado, a parte también tiene que participar Louis, y...
-Espera, ¿él tiene que ver con que tengas los nudillos así?
-Bueno, en parte pero..
-¡No me lo puedo creer! - dije mientras andábamos por un parque - ¿Le has pegado?
Estaba todavía oscuro, por lo que no había gente por la calle.
-¡No! A él no... Eva, fue la rabia, pero ante todo él es mi amigo, y todavía no he hablado con él de lo que ha pasado así que la rabia se la llevo unos trozos de mármol y cemento.
-¿Y donde está Louis?
-No se como tomarme esa pregunta, pero vale, estará llegando también, con Niall.
-No seas así, por favor, no se cuantas veces te voy a tener que pedir perdón.
-Ninguna, ¿de que estábamos hablando?
Su sonrisa me pudo y dejamos de hablar de ese tema, reíamos como si nada de lo anterior hubiera pasado, nos acariciábamos como si fuéramos una pareja perfecta, sin ningún error, cuando todo era lo contrario. Pero ¿que es lo que hace a una pareja perfecta? ¿no es cometer errores juntos y apoyarse? Pues quizá sí, sí que fuimos una pareja perfecta.