viernes, 24 de agosto de 2012

Capítulo 11.

No fue el verlo lo que me causó más molestia, fue el recordar uno a uno los momentos que pase´con él, e incluso con ellas, con mis amigas. En el momento que me enteré de aquello, no mantuve una amistad muy unida con Penny, pero igualmente me dolió que hubiera sido con ella. Las ganas de tener visitas y de mantener conversaciones se me fueron apagando, por lo que la mayoría de las veces que iban los chicos les ponía alguna que otra escusa pero Louis nunca me creía, por lo que no me quedaba otra que dejarle entrar, un día que otro fue con Niall. Un fin de semana de aquel mes, recibí un mensaje de Eleanor que decia que no estaría en Londres durante dos semanas, no pude resistir no saber la razón así que la llamé a los dos minutos, y me explicó sus razones después empecé a contarle lo que me hubo pasado aquella noche.
-Nunca me has contado que fue lo que paso con ese tipo.
-Es que nunca me apetece hablar del tema, fue muy duro.
-Pero que hizo, ¿te engaño?
-Si, pero no fue eso lo que más me dolió, dicen que la amistad es lo primero, pero Penny nunca pensó igual, no sé, yo, sí, sí que estaba enamoradísima de él, pero me dolió que ella me diera la espalda de esa manera. ¿me entiendes?
-Oh, cielo, claro que te entiendo.Pero creo que yo hubiera actuado de una manera más bruta. Si me llego a enterar de que Lou me hace eso, vamos, su banda deja de tener un cantante.
.Empezamos a reír y eso me dio ánimo, ella en sí, era la mejor. Después de un rato de hablar me dijo que tenía que colgar que iba a subir al avión, nos despedimos con dos besos imaginarios que solo se escucharon en el micrófono del móvil, le agradecí que me escuchara y que hubiera hecho sonreír.
Suspiré mientras intentaba planear mi día, ya que mi hermano estaba en un mini-campamento de su colegio, y se iba a quedar todo ese fin de semana en una cabaña, y como mi tía seguía de interna en aquella casa preguntó a su jefa, la dueña de la casa, si podía llevarse a mi Emma con ella, lo cual ella aceptó, ya que se tenían mucho cariño, según mi tía. Su escusa fue "así tienes mas tiempo para ti", no fue muy normal en ella que me dejase un din de semana entero para mí, desde aquellos días después de mi depresión, nunca me había dejado si quiera un día entero. Se me pasó por la cabeza llamar a los chicos, pero no tenía ganas de nada, aunque en momentos dados, me dieron brincos en el corazón al imaginar que podría ver a Harry.
Lo único que hice durante esa mañana fue limpiar la casa a fondo, guardar el collar de mi madre, no quise sentirme mal por lo menos en aquel día, tumbarme en el sofá y encender la tele, por primera vez sin ver ninguno de los dibujos de Bill.
Mi paz se acabó cuando sonó mi móvil, y vi de quien era el número.
-¿Que quieres?
-Quiero aclarar las cosas Eva, por... -colgué.
No hube planeado nada, pero quise estar sola, una llamada suya no entraba en mis planes. A parte, después de lo que paso esa noche, no quise saber nada de él. 'Si a estas alturas me quiere pedir perdón la lleva clara.' pensé mientras cambiaba los diversos canales con contenido poco interesante. Volvían a mi mente flashes de todo lo que hube vivido con Mike, y aunque intenté sacármelas de la cabeza, seguían apareciendo. Sí, es lo que tiene que él sea mi primer amor.
Volvió a sonar mi móvil, lo cogí con más rabia y chillé.
-¡Que no me llames! ¿vale?
-Eh, eh, ladronzuela, que soy yo, ¿que pasa?
-Ah, hola, nada, ¿que tal?
-Pues mal, porque hace frío aquí fuera, ¿me abres?
-Voy.
No me esperaba que viniese, y aunque no me apeteciese estar con nadie, sabía que Louis me iba a subir la autoestima, en eso se parecía bastante a Eleanor. Abrí la puerta y me recibió con una dulce sonrisa y un abrazo, mientras fue subiendo empezó a quitarse zapatos, abrigo y bufanda. Yo iba detrás.
-Ponte cómodo, eh.
-¿Estas sola?
-Sí, tu novia me ha plantado...
-¿Y tus hermanos?
-Desperdigados por la ciudad, hasta el domingo, estoy sola, que triste.
-No, de triste nada, te vas a pasar el fin de semana en nuestra casa.
-¿Os habéis mudado?
-Por supuesto ladronzuela -se sentó en el sofá y apagó la tele - ese apartamento lo cogimos porque teníamos unas cosillas por esa zona, ahora te vendrás a nuestra casa, casa.
-No quiero,- me tumbé, apoyando la cabeza en las piernas de él- necesito estar sola.
-¿Que te pasa?
-Mejor no hablar - me levanté y me incorporé a su lado- ¿cuando nos vamos?
Sonrió, recogí unas mudas y las metí en una antigua mochila negra que usaba para ir a clase, cogí el cargador del móvil y una pequeña foto de mis hermanos. Cuando estuve a punto de salir de la habitación recordé que me faltaba ponerme algo, regresé a la cómoda y saqué el collar de mi madre con cuidado, lo observé durante unos segundos antes de ponérmelo, era precioso.
Él ya había salido de mi  casa cuando yo estaba lista, me aseguré de que todo estaba cerrado, las luces apagadas y salí de casa, doble seguro y escuché que Louis estaba tocando la bocina del coche para que me diese prisa. Me monté en el coche y arrancó en cuanto cerré la puerta, su velocidad iba aumentando cada vez más por lo que me puse el cinturón. El trayecto se hizo bastante corto, habían pasado unos 20 minutos de estar mirando una secuencia de casas medianas y casas grandes. Hasta que llegamos a la suya.
-Venga Lou, esa no puede ser vuestra casa.
-¿Qué? ¿Demasiado pequeña? - dijo irónicamente.
-Sí, pequeña sobre todo - bajé del coche y me puse la mochila en el hombro.
-Ya verás, por dentro es mucho mas bonita.
Por fuera era una casa completamente perfecta, la fachada era de un color crema con detalles rurales por los lado, supuse que sería dos pisos ya que habían dos filas de ventanas en horizontal. Aunque luego visualicé una parte que sobresalía, también parecía tener ventanas, 'Será el ático' pensé.
Por dentro... Sí, era preciosa, pero detrás de todo lo que había tirado por el suelo, 'Me tocará limpiar esto también' pensé mientras caminaba detrás de Louis, quién me dirigía al salón, donde vi que Niall, Liam y Zayn estaban jugando con tres palos de escoba. Pero mi mayor atención se entorno a Harry que estaba al fondo del salón, y no precisamente solo ni jugando con un palo de escoba. Tenía a una chica sentada en su regazo. Intentaba mantener la compostura, ya que, en esos momento, no éramos nada, más que simples conocidos o incluso amigos, pero pensaba que esa noche había significado algo...
Toda ilusión se fue de mi cabeza, cuando la besó.

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