Subí las escaleras a toda prisa hasta llegar a la habitación de las zanahorias, no quise encontrarmelo, e ahí la explicación de por qué iba tan acelerada. Me tumbé en el suelo, apoyando mi torso y mi cabeza en uno de los puf, mis ojos empezaron a desahogarse, creí que nunca saldrían esas malgastadas lágrimas. Todavía recordaba lo fría que había sido con Harry, pero de alguna forma, llevé toda la razón.
"...-Yo creo que si, escucha, Amelia no es nada mío - empezó a acercarse -, simplemente... paso, o sea quiero decir...
-Harry, cállate de una vez - reí -, no me tienes que dar explicaciones de nada, ambos somos mayorcitos y... a parte tu y yo no somos nada, ni lo seremos.
'Ni lo seremos...' me repetí una y otra vez en ese momento, ¿de verdad quería algo con él?
'Ni lo seremos...' me repetí una y otra vez en ese momento, ¿de verdad quería algo con él?
-Pero, yo quiero que seamos algo, algo más que simple conocidos, más que simple amigos.- me cogió de la mano.
Evité cualquier contacto de miradas, por lo que me fijé en su mano, en su mano que tocaba la mía de una forma muy dulce.
Evité cualquier contacto de miradas, por lo que me fijé en su mano, en su mano que tocaba la mía de una forma muy dulce.
-De la manera que te comportas dudo mucho que lo quieras de verdad - empezó a entrelazar sus dedos con los míos, sentí escalofríos por lo que aparté mi mano con fuerza.-, deberías ir a la cama, es muy tarde.
Di media vuelta intentando parecer tranquila e incómoda con su presencia, pero estuve totalmente nerviosa y bastante contenta de que estuviera conmigo. Él simplemente se sentó en la mesa que anexionaba la cocina con el comedor, intenté no parecer muy perturbada por su presencia, aunque con cada movimiento suyo, lo miraba por el rabillo del ojo. Quise que sintiese que no me importaba que estuviese ahí, aunque cada dos por tres se me resbalaba algún cubierto o algún plato, pero los cogía casi al vuelo, por lo que no se rompió nada, pero él se rió cada vez que me pasaba aquello. Sonreí cada vez que oí su suave risa, pero el no se dio cuenta de mi sonrisa cada vez que lo oía.
Obviamente en ese momento, deseé dejar la cocina como estaba y terminar lo que empezamos la primera vez con él, en aquella habitación, mis constantes empezaron a acelerarse cada vez que pensaba en acercarme a él, y partirle la boca en un beso, y que hasta el día siguiente no se separasen, pero todo acababa cuando me salpicaba alguna gota de agua, o cuando me daba con la encimera al levantarme de poner el lavavajillas.
Obviamente en ese momento, deseé dejar la cocina como estaba y terminar lo que empezamos la primera vez con él, en aquella habitación, mis constantes empezaron a acelerarse cada vez que pensaba en acercarme a él, y partirle la boca en un beso, y que hasta el día siguiente no se separasen, pero todo acababa cuando me salpicaba alguna gota de agua, o cuando me daba con la encimera al levantarme de poner el lavavajillas.
-¿Has terminado ya? - sin darme cuenta ya estaba a mi lado -, empiezo a aburrirme.
-Pues vete - dije amable, al fin y al cabo, era su casa - no me importa estar sola.
-Oh claro, esa historia ya me la sé, deja un poco eso, y ven conmigo - puso su mano en mi espalda y me atrajo hasta él, no me pude resistir.
Me llevó al salón y me sentó en uno de los sofás y el se tumbó poniendo su cabeza sobre mis piernas. Me acordé de que esa mañana me puse de esa misma manera, en mi casa, con Louis. En ese momento me venían todas las imágenes que había pasado con él, no lo entendí, se suponía que el que Harry estuviese con esa chica me había hecho enfadar, entonces se suponía que quien me "gustaba" por decirlo de alguna manera era él, ¿no? ¿Por qué en ese momento me vino una imagen de Louis besando a Eleanor, y sentí muchos más celos que cuándo vi lo de aquella chica con Harry?
Entre tantas dudas, me puse seria, observé a Harry, imaginé a Louis. ¿Por qué, en ese momento, eché de menos la presencia de Louis? ¿Por qué no besé a Harry si tantas ganas tuve minutos antes?
Su dulce voz, dijo mi nombre, desperté de aquel mar de dudas y lo aparte de mí con brusquedad, me levanté del sofá, no supe que me pasaba.
Entre tantas dudas, me puse seria, observé a Harry, imaginé a Louis. ¿Por qué, en ese momento, eché de menos la presencia de Louis? ¿Por qué no besé a Harry si tantas ganas tuve minutos antes?
Su dulce voz, dijo mi nombre, desperté de aquel mar de dudas y lo aparte de mí con brusquedad, me levanté del sofá, no supe que me pasaba.
-¿Que pasa? Eva, no va pasar nada, tran...
-No, no es eso. - me separé de él como si de un leproso se tratase- Me tengo que ir, ahora.
-Vamos... ¿andando? Louis ni se va levantar a llevarte, y yo.. digamos que me gusta estar contigo.
Se empezó a acercar e interpuse mi brazo para que no lo hiciera más, no sabía que era lo que me pasaba, ¿no quería estar con él? ¿besarle? ¿sentirlo? ¿qué me pasaba?
Se empezó a acercar e interpuse mi brazo para que no lo hiciera más, no sabía que era lo que me pasaba, ¿no quería estar con él? ¿besarle? ¿sentirlo? ¿qué me pasaba?
-¡No te acerques! Esto me da asco, no lo entiendo.
Sí, me dio asco la situación en la que estaba, nunca me hubo pasado eso antes, ¿dos chicos en mi cabeza? ¿de qué iba esa historia? Esas palabras salieron de mi boca, pero no las quise decir, solo las pensé en voz alta, ya no pude dar marcha atrás, sin quererlo lo hube ofendido.
Sí, me dio asco la situación en la que estaba, nunca me hubo pasado eso antes, ¿dos chicos en mi cabeza? ¿de qué iba esa historia? Esas palabras salieron de mi boca, pero no las quise decir, solo las pensé en voz alta, ya no pude dar marcha atrás, sin quererlo lo hube ofendido.
-Tampoco hace falta que hables así - dio media vuelta.
-¡No, espera! No, no me refería a ti, espera...
No me dio tiempo a explicarme, ya había desaparecido por las escaleras..."
No me dio tiempo a explicarme, ya había desaparecido por las escaleras..."
Seguía llorando, cogí la mochila que había llevado y saqué el cargador del móvil, lo enchufé donde estyvo conectada la tele. Al encenderlo las vibraciones que me informaron de todos quienes me habían llamado cambió mi gesto al de sorpresa. Mi tía me había llamado tropecientas veces y tenía dos mensajes de número desconocidos, suponía que eran de Reneé y Penny. Llamé a mi tía sin pensarlo dos veces.
-¿Dónde estas? - dijo adormilada.
-En casa de unos amigos, ¿que ha pasado?
-He tenido que volver a casa, Bill tiene piojos así que he tenido que ir a buscarlo, estoy en casa, con los dos.
-Voy ahora, espe...
-No, tu te quedas ahí, la señora de la casa me ha dado el fin de semana de vacaciones, un milagro - dijo suspirando -, ¿cuanto tiempo pretendías quedarte?
-El fin de semana, pero iré mañana por la mañana.
-Eva, si vienes antes del lunes por la mañana, te hago comer los restos babeados que deja tu hermana de la comida, ¿de acuerdo?
-Vale, pero tampoco hacía falta exagerar.
-Bueno, ya nos veremos, y tranquila, desconecta un poco anda.
Me colgó sin despedirse, aquel gesto por parte de mi tía me extrañó, ya que a ella nunca le gustó eso de que saliera de casa sin mis hermanos. Se lo tomaba muy a pecho, siempre me recordaba que tenía responsabilidades, incluso antes de que mis padres murieran ella siempre me criticó, con que salia mucho, a mis padres y tanto a ellos como a mí nos molestaba. Fue muy extraño que cediera a que me quedase en la casa de los chicos... Aunque en esos momentos tuve muchas ganas de marcharme, ya que a la mañana siguiente tenía que aclarar las cosas, e iba a ser un tanto extraño.
Escribes muy bien y la historia está genial :) Sigue así, un beso :) Cuando subirás el próximo?
ResponderEliminarGracias^^ Si ahora en seguida subire el próximo, gracias por leerla:)
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