sábado, 8 de septiembre de 2012

Capitulo 21.

No sabía si decirle que sí, y esperar la reacción de Louis, o decirle que no, y esperar la mirada incrédula de Harry. Se podría decir que estaba entre la espada y la pared, pero era yo quien tenía que responder, era yo quien tendría que asumir las consecuencias de mi respuesta. Total, se suponía que quería a Harry, ¿no? Tendría que darme igual lo que pensase Louis, tendría pero no podía evitar sentir algo, algo de miedo cuando me vio con él.
-Sí- solté casi sin darme cuenta-, desde hace poco pero sí.
Simulé sonreír, aunque no tenía ninguna gana. Él se acerco a Harry, todavía serio y se lo llevo al salón, yo me quedé sola en la cocina, sin saber que hacer. Intente distraerme y terminar de hacer el desayuno, pero cada dos segundos mi cabeza se iba en que estarían haciendo ambos. Lleve las 8 tazas llenas de chocolate a la mesa, de dos en dos por supuesto, si no mi mano se hubiera vuelto a quemar, lleve las tostadas, y un  bote de mermelada de fresa. El desayuno fue tranquilo, empezamos a hablar sobre lo de Danielle y Liam, Zayn le vacilaba junto con Niall. Eleanor y yo estábamos esperando a que vuelvan los chicos, pero pasaba el tiempo y no se les veía, yo me preocupe, aunque ella me decía que segura estarán hablando sobre las típicas cosas de chicos, que no me preocupe, pero ella no vio con que ojos miró Louis a Harry. Me tranquilicé cuando me dijo que entre ellos había, (todo en broma), lo sabía pero no relacione el momento con mis conocimientos. Me relajé y ayude a Niall a recoger la mesa, todos se fueron y nos quedamos los dos, me apetecía hablar con él, ya que siempre hacía que me olvidara de todo y empezara a reía como si no hubiera mañana.
-En serio, nunca comas eso, es asqueroso - dijo mientras ponía una cara de asco
-¿Tan malo estaba? Nunca he estado en Australia, ni mucho menos comer su comida, pero no creo que sea tan mala - respondí entre risas.
-No la comas, Eva, prométeme que nunca probarás eso - me miro a los ojos y se hizo el serio.
-Vale, Nialler, tu tranquilo, no creo ni que viaje ahí nunca - reí.
-¿Nunca? Eso lo podemos arreglar, la gira la acabamos hace unas semanas, podemos.. tomarnos unas vacaciones. - me guiñó un ojo
-¿Te crees que voy a dejar que me llevéis de vacaciones, y dejar a mis hermanos solos? Estas loco - era inevitable no poder reír.
-Y ¿porque...?
-Eva, ven, tenemos que hablar.
Niall se fue en cuanto vio a Louis. '¿Eva? ¿Enserio? ¿Que ha sido de "ladronzuela"?' pensé. Asentí, me sequé las manos con un delantal que estaba colgado en la pared, y me fui al salón, para mi sorpresa, no había nadie, 'que raro que siempre que tengo que hablar con alguien se vayan todos'. Me senté en el sofá con las piernas cruzadas y con la mirada en el suelo, sentí que se sentó al lado mío, su brazo rodeó mis hombros, que inclinaron mi cuerpo hasta su regazo, no me negué a ninguno de sus movimientos, ya que sabía que iba para largo, lo que no sabía era cual era el tema de conversación.
Cuando estuve totalmente tumbada en el sofá, me giré para no mirarle a los ojos, algo estaba pasando, y no quería llorar. Me soltó la coleta que llevaba puesta y empezó a acariciarme el pelo, me sentí a gusto, pero no del todo cómoda.
-¿Le quieres?
Me giré rápidamente, y me senté bruscamente en el sofá, separándome de él y poniéndome a diez centímetros de su cara.
-¿En serio crees que no le quiero?
-No me refería a eso.. sabes que..
-Déjalo-dije levantándome del sofá, y subiendo las escaleras -, me tengo que ir igualmente.
Mi tía me había dicho que tenía que volver al día siguiente, pero no soportaba estar con él, no de esa manera, 'maldito incrédulo' pensé. Subí rápido las escaleras, y me cambié sin demora, metí todo en la mochila, como la mañana anterior, pero en mi cabeza no rondaba el pedirle perdón a nadie, si no la rabia de que él, de que Louis, me creyera capaz de... de ser tan ¿cruel? No podría definir que era lo que pensaba de mí. Tampoco quería. Me puse el abrigo y me volví a atar la coleta, no sabía donde estaba así que tendría que apañarme para llamar un taxi. Me puse el móvil en el bolsillo del abrigo y me coloque el gorro negro en la cabeza, y me dispuse a bajar las escaleras y salir de esa casa. Ya llamaría a Harry, y hablaría con él, pero ese no era el momento, estaba hecha una furia con Louis, y cualquiera que se me pusiera en medio del camino cargaría las consecuencias. Cuando estaba en el recibidor sentí a Louis detrás de mí, me quede quieta. Su mano acarició la mía, pero yo la aparte.
-Estoy celoso - dijo casi en un susurro.
-No soy de esas que se apoderan de sus novios, podemos compartir a Harry - estaba seria pero confundida, así que me giré para mirarle.
-No me entiendes,-empecé a asustarme- estoy celoso, pero no de Harry, si no de ti.

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