Cerré los ojos y me dediqué a sentirlo, me di media vuelta para poder besarle, seguía con los ojos cerrados, y me fui acercando a él.
-No deberías seguir.
En cuanto oí su voz, salté de la cama con tanta fuerza que me caí, haciéndome daño en la espalda, mi cabeza empezó a calentarse y supuse que el color rojo sobresalía por toda mi cara, me levanté como pude del suelo sin aceptar su mano como apoyo, estaba enfadada, y avergonzada. Le mire con rabia, él solo me observaba, estábamos a dos pasos de distancia, pasos que yo acorte a escasos centímetros, choqué mi frente con la suya, y le abracé. Ni si quiera me esperaba esa acción yo misma, me salió ir a abrazarlo, me salió echarle de menos... de repente.
-Lo admito.
Cuando termine de decir aquello, me abrazo más fuerte, ambos sabíamos a que nos referíamos, aunque no queríamos admitir, por lo menos yo, lo que sentíamos el uno por el otros, 'El primero es Harry' me repetí mientras saboreaba el abrazo. Estuvimos bastante rato así, hasta que tuve que separarme, estaba ardiendo, 'Igual tengo fiebre' pensé, él también lo noto porque en cuanto nos separamos puso delicadamente su mano en mi mejilla y seguidamente en mi frente.
-Igual tendrías que descansar, esta noche no tienes que estar enferma, eh - me dijo sonriendo y dándome y lento beso en la mejilla.
Me volví a tumbar en la cama, abrió uno de los cajones de la mesita de noche en la que estaba esa pila de libros. 'Leeré alguno mientras espero a Harry, tengo que contarle todo, se lo debo' pensé. Sacó una manta azul, esa manta azul que me recordaba a él, me la puso encima, seguía sin mirarme aunque yo si lo hacía, veía que había culpabilidad en su mirada, 'Es culpa mía, no debí decirle nada' pensé, cuando terminó de ponerme la manta, yo estaba temblando, de repente me entró un escalofrío, él se dio cuenta y se arrodillo en el suelo, esa vez ya me estaba mirando, no a los ojos, pero por lo menos tuvimos un contacto visual. Su mano acaricio mi cara y recogió un mechón de mi pelo en mi oreja, solo cerré los ojos y me quedé dormida, sintiendo su suave mano por mi cara.
Me desperté por las voces que oí en la puerta de la habitación. Tenía frío, y me sentía mareada, me toqué la cara y la tenía mucho más caliente, me quité la manta de encima, y me puse las botas, al instante de levantarme me volví a sentar en la cama, la habitación daba vueltas.
-¡Eva! - oí la voz de Harry mientras mis ojos se volvían a cerrar.
No encontraba las fuerzas para abrirlos otra vez, pero oía todo lo que decían en aquella habitación, sentía de vez en cuando la mano de Harry acariciando mi abdomen, escuchaba como lloraba, Eleanor y Danielle eran las que más tiempo pasaron conmigo, las oía hablarme aunque no les podía contestar, me contaban como iban pasando las cosas, de rato en rato Danielle salía de la habitación diciendo que no podía más, Louis también iba a verme, me decía cuantos días habían pasado, habían pasado 3 días después de mi cumpleaños, esos tres días Harry pasaba la noche conmigo, sentado en alguna parte, oía su respiración.
La noche del tercer día, fue cuando tuve la voluntad de abrirle los ojos a la realidad, una sábana blanca me tapaba desde debajo del pecho hasta el final de mi cuerpo, mi brazo izquierdo estaba enganchado a una vía con dos tubos, uno tenía un líquido transparente, y el otro sangre. Mi garganta estaba agría, la aclaré e intente hablar.
-Harry - dije en un susurro cuando lo vi dormido en un sofá negro.
No me escuchó porque ni si quiera se movió de esa posición extraña que tenía al dormir, intenté levantarme, y me quité las sábanas de mi cuerpo. Me quedé quieta al ver lo que mi estómago y mi vientre tenían, el dolor que en los primeros momentos no sentía, fue aumentando mientras iba sintiendo esas cicatrices en mi estómago, me iba ardiendo por la postura en la que estaba, no pude más con el dolor mi garganta ya estaba completamente aclarada, y ese dolor se convirtió en un grito. Me salieron lágrimas de como me dolía, el grito hizo que él se sobresaltará y se levantó casi corriendo a mi lado.
-¡Enfermera! - gritó él - Tranquila amor, todo esta bien , ¿vale? No te preocupes - me besó en la frente y entró la chica que se suponía era la enfermera.
-Eva, tranquila, no entiendo como te puede doler, si estas con anestesia, aunque tampoco te tenías porque haber despertado - me puso el termómetro en la axila - llamaré al médico.
Cuando la vi salir de la habitación, me quité el termómetro y miré a Harry, estaba triste, tenía los ojos rojos, y parecía adolorido, su mano estaba acariciando mi pierna, su mano tenía heridas.
-¿Que... que ha pasado? - pregunté entre lágrimas.
-Es...estu...estuviste embarazada - él también estaba llorando -, amor, prefiero que te lo digan ellos, yo... yo no...
-Señorita Dayle, ¿que tal se encuentra? - un hombre de unos 40 años entraba por la puerta, me limpie las lágrimas y asentí -, de acuerdo, esto no es muy fácil de explicar, ya que ambos estáis involucrados, bien Eva, ¿sabes lo que es un embarazo ectópico?
-Sí - dije volviendo a llorar.
-Igualmente le voy a explicar que fue lo que le paso, usted quedo embarazada, pero el óvulo fertilizado no se desarrollo donde tenía que hacerlo, en el útero, si no que en una de sus trompas de Falopio, solo llevaba una semana de embarazo, por lo que las enzimas no se adaptaron mucho a las paredes de la trompa, pero perdió mucha sangre, lo que no llegué a entender fue como usted no se dio cuenta, ¿no tuvo ningún dolor, o algún sangrado?
-Me vino el periodo hace 4 días, es imposible que estuviese embarazada - chille -, dolores tengo siempre, mis reglas siempre son dolorosas, nunca tuve un retraso, es imposible que estuviese....joder
Harry me abrazó lo más fuerte que pudo me decía al oído 'tranquila,amor, todo va pasar', lloré desconsoladamente en su hombro, en su cuello, lloré con él.
-Bueno, los dejaremos solos, debe saber que hoy la estaremos observando, y puede ser que mañana reciba el alta.
Cuando se fue, me separe del cuerpo de Harry, le miré a los ojos, el también lo hacía, sus lágrimas caían con más velocidad, las mías estaban retenidas en mis ojos.
-Lo siento - dije -, no...no me di cuenta.
-Eh, eh - me limpió las lágrimas de la cara -, no ha sido culpa tuya, ¿vale? Ni tuya ni la de nadie, si ha pasado será por algo, todo tiene su significado.
-Ha pasado porque soy una inmadura, soy una idiota, soy...
-Eres una de las mejores personas que he conocido, eres fantástica, eres mi vida, ¿lo entiendes? No tienes la culpa - apoyó su frente en la mía, y volvimos a llorar.
-No deberías seguir.
En cuanto oí su voz, salté de la cama con tanta fuerza que me caí, haciéndome daño en la espalda, mi cabeza empezó a calentarse y supuse que el color rojo sobresalía por toda mi cara, me levanté como pude del suelo sin aceptar su mano como apoyo, estaba enfadada, y avergonzada. Le mire con rabia, él solo me observaba, estábamos a dos pasos de distancia, pasos que yo acorte a escasos centímetros, choqué mi frente con la suya, y le abracé. Ni si quiera me esperaba esa acción yo misma, me salió ir a abrazarlo, me salió echarle de menos... de repente.
-Lo admito.
Cuando termine de decir aquello, me abrazo más fuerte, ambos sabíamos a que nos referíamos, aunque no queríamos admitir, por lo menos yo, lo que sentíamos el uno por el otros, 'El primero es Harry' me repetí mientras saboreaba el abrazo. Estuvimos bastante rato así, hasta que tuve que separarme, estaba ardiendo, 'Igual tengo fiebre' pensé, él también lo noto porque en cuanto nos separamos puso delicadamente su mano en mi mejilla y seguidamente en mi frente.
-Igual tendrías que descansar, esta noche no tienes que estar enferma, eh - me dijo sonriendo y dándome y lento beso en la mejilla.
Me volví a tumbar en la cama, abrió uno de los cajones de la mesita de noche en la que estaba esa pila de libros. 'Leeré alguno mientras espero a Harry, tengo que contarle todo, se lo debo' pensé. Sacó una manta azul, esa manta azul que me recordaba a él, me la puso encima, seguía sin mirarme aunque yo si lo hacía, veía que había culpabilidad en su mirada, 'Es culpa mía, no debí decirle nada' pensé, cuando terminó de ponerme la manta, yo estaba temblando, de repente me entró un escalofrío, él se dio cuenta y se arrodillo en el suelo, esa vez ya me estaba mirando, no a los ojos, pero por lo menos tuvimos un contacto visual. Su mano acaricio mi cara y recogió un mechón de mi pelo en mi oreja, solo cerré los ojos y me quedé dormida, sintiendo su suave mano por mi cara.
Me desperté por las voces que oí en la puerta de la habitación. Tenía frío, y me sentía mareada, me toqué la cara y la tenía mucho más caliente, me quité la manta de encima, y me puse las botas, al instante de levantarme me volví a sentar en la cama, la habitación daba vueltas.
-¡Eva! - oí la voz de Harry mientras mis ojos se volvían a cerrar.
No encontraba las fuerzas para abrirlos otra vez, pero oía todo lo que decían en aquella habitación, sentía de vez en cuando la mano de Harry acariciando mi abdomen, escuchaba como lloraba, Eleanor y Danielle eran las que más tiempo pasaron conmigo, las oía hablarme aunque no les podía contestar, me contaban como iban pasando las cosas, de rato en rato Danielle salía de la habitación diciendo que no podía más, Louis también iba a verme, me decía cuantos días habían pasado, habían pasado 3 días después de mi cumpleaños, esos tres días Harry pasaba la noche conmigo, sentado en alguna parte, oía su respiración.
La noche del tercer día, fue cuando tuve la voluntad de abrirle los ojos a la realidad, una sábana blanca me tapaba desde debajo del pecho hasta el final de mi cuerpo, mi brazo izquierdo estaba enganchado a una vía con dos tubos, uno tenía un líquido transparente, y el otro sangre. Mi garganta estaba agría, la aclaré e intente hablar.
-Harry - dije en un susurro cuando lo vi dormido en un sofá negro.
No me escuchó porque ni si quiera se movió de esa posición extraña que tenía al dormir, intenté levantarme, y me quité las sábanas de mi cuerpo. Me quedé quieta al ver lo que mi estómago y mi vientre tenían, el dolor que en los primeros momentos no sentía, fue aumentando mientras iba sintiendo esas cicatrices en mi estómago, me iba ardiendo por la postura en la que estaba, no pude más con el dolor mi garganta ya estaba completamente aclarada, y ese dolor se convirtió en un grito. Me salieron lágrimas de como me dolía, el grito hizo que él se sobresaltará y se levantó casi corriendo a mi lado.
-¡Enfermera! - gritó él - Tranquila amor, todo esta bien , ¿vale? No te preocupes - me besó en la frente y entró la chica que se suponía era la enfermera.
-Eva, tranquila, no entiendo como te puede doler, si estas con anestesia, aunque tampoco te tenías porque haber despertado - me puso el termómetro en la axila - llamaré al médico.
Cuando la vi salir de la habitación, me quité el termómetro y miré a Harry, estaba triste, tenía los ojos rojos, y parecía adolorido, su mano estaba acariciando mi pierna, su mano tenía heridas.
-¿Que... que ha pasado? - pregunté entre lágrimas.
-Es...estu...estuviste embarazada - él también estaba llorando -, amor, prefiero que te lo digan ellos, yo... yo no...
-Señorita Dayle, ¿que tal se encuentra? - un hombre de unos 40 años entraba por la puerta, me limpie las lágrimas y asentí -, de acuerdo, esto no es muy fácil de explicar, ya que ambos estáis involucrados, bien Eva, ¿sabes lo que es un embarazo ectópico?
-Sí - dije volviendo a llorar.
-Igualmente le voy a explicar que fue lo que le paso, usted quedo embarazada, pero el óvulo fertilizado no se desarrollo donde tenía que hacerlo, en el útero, si no que en una de sus trompas de Falopio, solo llevaba una semana de embarazo, por lo que las enzimas no se adaptaron mucho a las paredes de la trompa, pero perdió mucha sangre, lo que no llegué a entender fue como usted no se dio cuenta, ¿no tuvo ningún dolor, o algún sangrado?
-Me vino el periodo hace 4 días, es imposible que estuviese embarazada - chille -, dolores tengo siempre, mis reglas siempre son dolorosas, nunca tuve un retraso, es imposible que estuviese....joder
Harry me abrazó lo más fuerte que pudo me decía al oído 'tranquila,amor, todo va pasar', lloré desconsoladamente en su hombro, en su cuello, lloré con él.
-Bueno, los dejaremos solos, debe saber que hoy la estaremos observando, y puede ser que mañana reciba el alta.
Cuando se fue, me separe del cuerpo de Harry, le miré a los ojos, el también lo hacía, sus lágrimas caían con más velocidad, las mías estaban retenidas en mis ojos.
-Lo siento - dije -, no...no me di cuenta.
-Eh, eh - me limpió las lágrimas de la cara -, no ha sido culpa tuya, ¿vale? Ni tuya ni la de nadie, si ha pasado será por algo, todo tiene su significado.
-Ha pasado porque soy una inmadura, soy una idiota, soy...
-Eres una de las mejores personas que he conocido, eres fantástica, eres mi vida, ¿lo entiendes? No tienes la culpa - apoyó su frente en la mía, y volvimos a llorar.
dfvpwoedjngi0upwefnb0efb0geubf0ib! sin palabras
ResponderEliminares muy emotivo, me encanta!