martes, 25 de septiembre de 2012

Capitulo 29.

Mi tía volvió al cabo de una semana, tuvo que dimitir en el trabajo, ya que a mi me entro depresión, la misma depresión que tuve cuando murieron mis padres, pero aquello era mucho peor. Mientras dormía soñaba que seguía embarazada, y que de repente estaba llena de sangre, ya no quería ni dormir después de despertarme de esas pesadillas repetitivas. Odiaba cada centímetro de mi cuerpo, habían veces que entraba en la ducha y salía roja del calor del agua de la ducha, me sentía repugnante, lloraba día y noche, me sentía inútil, los días se me hacían eternos, veía como salía el sol hasta que se escondía por el horizonte, veía como poco a poco iba reapareciendo la luna, las pocas estrellas rodeándola.
Le dije a Harry que lo mejor sería estar un tiempo solos, que me vendría bien olvidarme de lo que paso, al principio se enfado, y empezó a gritarme, él también necesitaba olvidarlo, pero nos necesitábamos mutuamente para hacerlo, algo que no quise aceptar. Así que estuve sola todo lo que me duro ese trance. Quien venía siempre, era Mike, cuando se enteró de lo que me paso se ofreció para cuidar a mis hermanos mientras mi tía volvía a encontrar trabajo, yo no salía de mi habitación, Mike de vez en cuando me llevaba una taza de café o algún bollo, pero no comía nada, lo dejaba ahí, y él venía a recogerlo y a poner otra taza mas caliente. Mi móvil no paraba de sonar durante todos los días, los chicos me llamaban cada dos por tres pero yo no contestaba, estaban de gira y no quería hablar con alguien, mucho menos con ellos, ya que ni lo hacía con mi tía. Leía los mensajes de Louis y Niall, aunque tenía muchos mas de Zayn quien me contaba que tenía una novia, pero que todavía no lo había hecho público, Liam era quien me llamaba pero no me dejaba ningún mensaje. Eleanor venía a mi casa, ella me hablaba e intentaba hacerme sonreír, pero no lo conseguía, me preguntaba cada día que venía como estaba, mi respuesta era la misma, siempre empezaba a llorar, ella me abrazaba y me hablaba hasta que me quedaba dormida con los ojos hinchados de llorar.
Danielle solo fue una vez, llevándome unas cosas que le dio Harry para que me diese. Todo estaba metido en la bolsa que me dio Eleanor el día de mi cumpleaños, me dijo que no iba a ir mucho más porque tenía que   hacer algunas actuaciones, y dudaba que fuesen por Londres, se puso a llorar cuando la mire a los ojos, y la abracé. Esa fue la única vez que la vi. Al rato tiré las cosas de la bolsa en la cama, me quedé mirando obsoleta el libro de Romeo y Julieta, según él no le gustaban las historias de amor que acaban con muertes, ¿que tubo que ver eso con nosotros?, lo cogí como pude, porque estaba temblando, lo abrí por la mitad y sin darme cuenta un papel blanco llego a mis pies, supuse que sería de él, eso me alegro, saber que todavía pensaba en mí a pesar de mi comportamiento. La textura no era como un papel normal, y el olor, ni mucho menos, ese olor me recordó a mi madre, a ese perfume de violetas que usaba, y el tacto... el tacto era como cuando acaricié por primera vez esas sábanas rojas donde pase mi primera noche con Harry. Le dí la vuelta y empecé a leer.
"Se suponía que esto te lo iba dar el día de tu cumpleaños, ante todo, quiero que sepas que aunque ambos estemos pasando por momentos muy difíciles, te sigo queriendo, te sigo amando, y espero que tu también a mi, el día que me despedí de ti, me comporté como un completo idiota, no debí decirte esas cosas, tenía que haber entendido como te sentías, pero yo sé que para superarlo tenemos que estar juntos, respetaré tu decisión hasta que tu me lo pidas, ¿vale? Seguro que cuando recibas esto ya estaré de camino a Alemania, seguiré llamándote hasta que me cojas, quiero saber como estas, eso es lo que mas me duele, no saber como estas, me gustaría ser yo quien te haga dormir con mis palabras y no Eleanor... o Mike.
Bueno, amor, no decirte más, que te amo, y que me vas a tener para siempre, esto es mas que una promesa, ¿entiendes? Te amo. Harry"
'Un mes, ha pasado un mes, ¿y me envía esto ahora? Bueno, mejor tarde que nunca' pensé, 'No dice nada del libro'
Cogí la caja azul marino que tenía el mismo logo que la bolsa, así que supuse que ese sería el regalo de Eleanor, cuando lo abría, vi que no era ni de Eleanor, ni de Louis, era de él.
-La verdad es que nunca me dijeron que eran de ellos - me dije.
Tenía otra nota, esa letra tan preciosa que me hacía sonreír tontamente, sí, volví a sonreír al ver su letra, al ver ese collar tan precioso, y empecé a llorar en cuanto me puse a pensar que hubiera pasado si no hubiera perdido a su bebé, a nuestro bebé.
 Una llave pequeña colgaba de ese plateado y fino collar, en la llave se distinguía una 'H' y una 'E'.
La nota estaba en la parte de arriba de la caja, y sin más demora la empecé a leer con desesperación.
"¡Felicidades, preciosa! No te he podido llamar hoy porque he estado de estudio en estudio, y bueno lo sigo estando, te he echado de menos durante estos días que no has estado conmigo para despertarme, pero esto valdrá la pena, lo primero, amor, te regalo esto porque no quiero que poseas nada que te haga sentir culpable, y aunque sé que ya te has quitado el collar de tu madre, quiero que lo reemplaces por este, por favor. ¡Esta tarde nos vemos mi amor, te amo mucho! ¡FELICIDADES!"
Con las lágrimas cayéndome por todas partes, llame a Eleanor, tenía que hacerlo en ese momento, si no sería tarde.
-¿Donde están? - dije sin ni siquiera saludarla.
-Hola, eh, bueno igual me alegra que te hayas des...
-¡¿Donde están?!
-Vale, ahora mismo están en el aeropuerto, bueno estamos, ¿por?
-¿En cual? - me estaba poniendo los pantalones.
-Heathrow, ¿vas a venir? En veinte minutos sale el avión, date prisa - me dijo en un susurro y colgó.
Me puse la primera camiseta que vi, y unas zapatillas, el gorro negro, y mi bufanda, no me daba tiempo a coger el abrigo, mis hermanos estaban en el colegio y Mike en la librería, estaba sola, cogí el móvil y las llaves, y salí corriendo de casa, los taxis no me hacían caso, así que corrí lo más que pude, tenía que llegar, tenía que decirle lo que sentía, y pedirle perdón por todo.

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