viernes, 14 de septiembre de 2012

Capitulo 25.

¿La señora Kinddle era la abuela de Amelia? Fue una de las miles de preguntas que pasaban volando por mi cabeza, en ese momento no supe que decirle, sus ojos me pedían a gritos una respuesta, no la había formulado, pero me intuía, se intuía cual era. En realidad no había nada que contar, lo que le contó Amelia a Harry, fue lo que me dijo Louis en casa. O por lo menos yo lo relacioné así. A parte era cuestión suya creerme o no, yo tenía... bueno no tenía la conciencia tranquila, seguía mal por Louis, pero no por haber hecho nada malo con él, simplemente por las últimas palabras que me dijo, me hicieron daño, y les harían daño tanto a Harry, como... a Eleonor.
-¿Y? - dije por fin
-Y, nada, tienes que saber que yo te creo, pero no descarto la posibilidad de que hubieras preferido estar con él antes que conmigo, entiéndeme.
-Lo intento, pero tu también tienes que entender que si por casualidad a mi se hubiera pasado estar antes con Louis que contigo, tu ya me habrías descartado, o estarías con Amelia, ambos caemos en duda.
-Es diferente por..
-¡No es diferente en nada! - grité
-Baja la voz, Emma puede despertar - le hice caso -, puede que me equivoque, todo el mundo se equivoca, y tengo derecho a dudar.
-Pero no de mí, no tienes ningún derecho, ¿en serio te crees que pudo pasar algo entre él y yo y tener la conciencia tranquila estando continuamente con Eleonor? ¿lo crees?
-No, sé que no eres así pero..
-¿Entonces? ¿Que peros hay?
-Pero, me siento de alguna manera inferior hacía ti, pensar que antes pudiste preferir estar con él, pensar que si no me hubieras conocido, que si Louis no nos hubiera presentado, tu estarías con él y no conmigo, y seguir sintiéndome incompleto porque no estas conmigo, porque no te conocería, porque aunque ni siquiera te hubiera besado, siempre anhelaría algo, y me dolería no saber el que.
-Amor...
-No sabes lo que puedes llegar a importarme, no sabes todo lo que significas para mí, si te pierdo Eva - se estaba acercando más a mi -, si te pierdo no sabría que me podría pasar.
Uní mis labios con los suyos, el beso no fue largo pero fue profundo, pude sentir uno a uno sus sentimientos hacia mi. Su frente se apoyo en la mía, estaba mirando sus ojos, pero estaban cerrados, le alcé la cara por la barbilla y los abrió, los tenía rojos y llorosos, le dí un beso en la mejilla y volví a abrazarlo.
Nos quedamos tumbados en la cama, abrazándonos el uno al otro, hasta que mi hermana nos despertó de un magnifico momento. El día pasó muy empalagoso, ni yo quería separarme de él, ni él de mí.

La semana paso rápidamente, mis hermanos había cogido vacaciones de Navidad, y era día 22 de Diciembre, mi cumpleaños. Ese fin de semana, Harry no se quedó conmigo en casa, se tuvo que ir con los chicos a hacer unas entrevistas, y le obligué a que por lo menos pasase el fin de semana con ellos, para que estén al tanto, la despedida fue rara, ya que  la última noche, me dio un dulce beso, y por la mañana solo me encontré con su olor en mi almohada y una rico desayuno en la mesa. No le llamé durante esos tres días, no quería molestarle, y el tampoco me llamó así que supuse que estaría ocupado.
La mañana de mi cumpleaños, mi tía fue la encargada de despertarme. Mi móvil empezó a sonar y fui corriendo con la esperanza de que fuera él, pero no.
-¡Eva! Muchas felicidades cariño, ¿que planes tienes hoy? Bueno, hoy, mañana, pasado, todo el mes
-Gracias tía, ¿que pasa?
-¡Nos vamos de vacaciones! Me han dado vacaciones hasta que finales de Enero, y voy a comprar cuatro billetes para irnos a París, ¿que te parece?
-Oh, gracias, tía, pero prefiero gastar ese dinero en comprarle ropa a mis hermanos, Emma ha crecido, y que decir de Bill...
-No tienes ganas de venir, eh, bueno no importa me llevo a los niños, pensaba ir a DisneyLand, así que a ellos les gustará.
-Pero.. ¿podrás tu sola? No quiero que os pase nada
-Si, claro, Eva, como no voy a poder, estoy yendo a la agencia ahora, así que igual nos vamos mañana, tu ve haciéndoles la maleta, pon lo imprescindible, estaremos dos semanas, aproximadamente.
-Esta bien, pero sigo pensando que no hace falta.... ¡Espera! ¿Con quien voy a cenar en Navidad?
-No había caído en eso..., Bueno pues dejaremos el viaje para más adelante..
-No, no, tranquila, iros, ya me las apaño yo.
Cuando colgué me empecé a desperezar, y cogí la única maleta que teníamos, mis hermanos seguían dormidos aunque eran ya las once de la mañana, no les quise despertar. Fui despacio hacia el armario de ellos, y empecé a coger ropa de abrigo, me asustó el sonido de la puerta, así que deje todo y bajé lo más rápido para que no llamarán al timbre, 'Será mi tía'.
Cuando toque el picaporte, me helé al oír la voz del otro lado, abría la puerta y ahí estaba.
-¡Muchas felicidades, ladronzuela! - me dijo con esa sonrisa.

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